El paciente acude a la consulta odontológica y realizamos el tratamiento. Tristemente, no hacemos seguimientos rigurosos a estos pacientes. Se nos ha ocurrido preguntar en la siguiente cita ¿como se siente de su salud en general? ¿Acaso preguntamos si ha aparecido algo inusual en su organismo después del tratamiento que realizamos? Todos los datos que le preguntamos en la historia clínica realmente los tenemos en cuenta? ¿O será que únicamente le damos importancia a lo que se refiere a los dientes?Si el paciente refiere tener importante dolor lumbar, o insomnio o la rodilla inflamada, entre otros, posterior al tratamiento odontológico, ¿nos importa? Creo que la respuesta de rutina del profesional es:
“ESO NO TIENE NADA QUE VER” El profesional puede decir: ¿y que tiene que ver la rodilla con los dientes, o el insomnio, o la columna?
La invitación es, queridos colegas, a hacer un seguimiento a nuestros pacientes una vez realicemos tratamientos odontológicos. Ellos son quienes nos están enseñando todos los días y a veces no lo vemos o no lo queremos ver. Si de nuestras manos surgen esos tratamientos con conciencia, se abren nuevos caminos de esperanza para la salud total de nuestros pacientes y para nosotros, el ejercicio de la odontología se torna mucho más gratificante y amoroso. Con esta conciencia, todos los días surge el asombro tan perdido en los actos mecanicistas de lo cotidiano.
Un saludo.
Yoseth
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